sábado, 2 de junio de 2007

Ponerse las pilas

Lentamente mi mente va funcionando. Hay que ponerse las pilas y atacar el problema de raíz. Es muy importante no descuidar la higiene y el aspecto personal. Hay que ir de lo básico a lo... ¿menos básico? Esta mañana quería levantarme a las nueve, porque me acosté a las doce y media, y me he levantado hacia las once. Deprimido. Mi padre, que cuida de mí (demasiado) me ha traído un vaso de zumo de naranja recién exprimido, se lo he agradecido mucho. Ojalá toda mi dieta fuera igual de sana. Ponerse las pilas, es todo lo mismo. He estado fumando mientras leía Cultive su felicidad, God's Prescription for Divine Health, y al final, en un acto de decisión, he cogido la Biblia en inglés y he estado leyendo los dos primeros capítulos del libro de Proverbios. ¡No sabéis cuánto bien me ha hecho, me he sentido elevado por un rato!



Pero ahora me pregunto: todas las cosas que os escribo son cosas pasadas, y en Isaías dice que no traigais a memoria cosa antigua. ¡Estoy en falta! Por lo tanto os hablaré de mis proyectos. Hoy tendré en casa mi impresora arreglada y podré imprimir mis programas. Tengo varios en mente: uno es el proyecto Iluminator, que es un programa para resolver la forma que tiene la parte iluminada en un recinto con obstáculos con un punto de luz en su interior. Para variar, hubo quien dijo que eso ya se había hecho, pero yo lo considero importante como práctica de programación, porque lo hago con funciones recursivas en lugar de iterativas, y a mí lo recursivo me va un montón, lo encuentro muy elegante, aunque sea más costoso en recursos. Luego me gustaría pasar el programa a iterativo, pero como lo hago sin especificaciones no sé cómo lo resolveré.



Luego está el proyecto Superordenador: quiero construir uno, con el sistema operativo Beowulf seguramente. Primero lo diseñaré y luego buscaré los componentes. Mucho, mucho trabajo.



También estoy metido en un programa para construir un lenguaje nuevo. El programa genera palabras mediante una gramática (incontextual (CFG), aunque no tengo claro si sería mejor contextual) y las asocia a las palabras del lenguaje natural dado (español, catalán, inglés,...). De momento sólo es eso, una lista de palabras y sus correspondencias, pero más adelante puedo meterme a traducir pronombres, adverbios,..., en fin, que el lenguaje tenga una gramática.



Bien, espero no haberos aburrido con mis pasiones :) ¡Me voy a comer!

viernes, 1 de junio de 2007

Siesta... ¡no, gracias!

¡Dos horas de siesta! No os podeis imaginar lo harto que estoy de esta situación: dormir media mañana, dormir media tarde... Belén, mi novia, me dice que no me preocupe, que ya me recuperaré, pero es que uno es impaciente por naturaleza (o por lo que sea) y me deprime un montón ver las horas que pierdo. Hay gente que estaría feliz de vivir así (y por cierto, gracias por dejarme comer el coco en Internet) pero yo no quiero vivir así, Dios no me ha creado para esto. Hoy he recordado un pasaje de los Evangelios donde la gente abandona a Jesús y Él les pregunta a los discípulos: "Y vosotros, ¿también quereis iros?" Entonces Pedro da una respuesta que yo hago mía también: "Señor, ¿adónde iremos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna". Sólo Él me da esperanza, esperanza de libertad de la esclavitud espiritual a la que estoy sometido. Y algunos dirán que es porque quiero, que con la conversión ya es suficiente. Pero no, hay que perseverar, y hacerlo durante la prueba, que es cuando más importa, no es fácil.



Perdonad, acabo de tomar consciencia de una cosa: me estoy centrando en mí mismo, me he dado cuenta porque he leído sobre ello en el libro que os mencioné ayer, Cultive su felicidad. Y seguramente os estoy aburriendo. Si es así, lo siento. Hoy ha venido a comer a casa un buen amigo, Jordi, y me ha dicho que en el libro hay algunas cosas que no son ciertas biblícamente. Ya estamos con las contradicciones y los puntos de vista.


Esta tarde he hablado con mi padre sobre el tema de la enfermedad y no sabe cómo ayudarme. Cada vez entiendo más que esto es un problema entre mí y Dios, y que quiero llegar al fondo de la cuestión. Quizá algún trauma inconsciente de la infancia es lo que me hace actuar de modo autodestructivo y rebelde, algo no resuelto entre mí y Dios, un pecado escondido. Hace años que vengo oyendo hablar del ministerio de liberación, ¿funciona? ¿quién puede ministrarmelo? ¿o mi lucha debe seguir siendo personal, solitaria?


"Alma mía, bendice al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios", dice un salmo. He estado leyendo un salmo de la Biblia en inglés, la Peshitta (traducción de la Biblia del arameo galileo) porque no encontraba mi Biblia en español, y me ha gustado, me ha hecho recordar que Dios ha hecho mucho por nosotros y que no debemos olvidarlo.

Bueno, basta por hoy. Estoy un poco más relajado después de sacar todo esto al exterior. Mañana veré al pastor de mi iglesia y le explicaré mis planes de cómo voy a vencer esta guerra interior: leer la Biblia y orar, cantar a Dios, cada dia... No es nada nuevo, es antiguo como el Evangelio, pero hay que aplicarlo aquí y ahora.

¡Hasta pronto! ¡A por una vida transformada! <><

jueves, 31 de mayo de 2007

En primer lugar

Hola, comunidad. Hoy no me siento muy fino, pero trataré de presentarme lo mejor posible. Es algo que me da un poco de vergüenza, porque mi vida en estos momentos está pasando por momentos difíciles. Tengo 37 años y un transtorno esquizoafectivo de tipo bipolar, una enfermedad psiquiátrica. La gente dice que no se me nota, lo cual es un consuelo, pero muchas veces soy rebelde y dejo de tomar el tratamiento farmacológico, me descompenso y me ingresan el el hospital. A veces paso por episodios de depresión, otros de euforia o manía y otros psicóticos. Ahora estoy pendiente de acabar una carrera técnica, pero el problema es que soy un vago, o eso creo. Y Dios sabe que no quiero serlo. Me gustaría tener un trabajo, casarme con mi novia, tener hijos, viajar..., en fin, vivir la vida, pero es muy difícil salir adelante cuando los medicamentos te dejan frito de sueño. Estoy leyendo un libro de Norman Vincent Peale, Cultive su felicidad, y es muy interesante, pero el problema siempre es el mismo, el esfuerzo, y me pregunto: ¿para qué? En el libro de Josué, en la Biblia, nos dice que tenemos que esforzarnos y ser valientes. Entonces, ¿por qué el derrotismo? ¿Por qué me vence tan a menudo el desaliento? Hace unos dos años empecé a fumar, en el transcurso de un ingreso en el hospital (sí, parece una locura pero en las clínicas psiquiátricas permiten fumar, para que los pacientes no se suban por las paredes, la nicotina es un ansiolítico, me lo dijo una enfermera). Ojalá no hubiera empezado nunca, porque ahora no veo la manera de desengancharme. Me aletarga y es asqueroso.

¿Y cómo sanar? La única manera que encuentro es mi fe en Dios, en Jesucristo, porque los médicos no me dan esperanzas, pero yo me resisto a esta vida de esclavitud a los medicamentos. Si alguien puede darme algún consejo, le pido que me ayude. Hay pastores evangélicos que te dicen que dejes los medicamentos, que Dios sana a sus hijos, pero siempre que lo he hecho he acabado en el hospital, y ya ves qué gracia.

Otro dia continuaré, espero que con mayor inspiración. ¡Hasta pronto! ¡Que Dios os bendiga!